Rafael Santos en el apartamento de un sexto piso del edificio Atlantis, ubicado al norte de Valledupar, se respira puro Diomedes Díaz.
Un cuadro gigante con la imagen del ‘Cacique de la Junta’ -regalo del pintor Adolfo Jácome- y que representa la canción ‘Mi muchacho’, adorna el comedor.
La imagen de Diomedes también está en la pared que acompaña a las escaleras -en un cuadro a blanco y negro- mientras sostiene una copa de vino.
Y antes de llegar a la cocina, una fotografía donde Diomedes carga al mayor de sus hijos varones le recuerda al visitante quien es el ‘papá de los pollitos’.
Y precisamente es Rafael Santos quien hoy se proclama como el “elegido” para representar ese vasto legado que dejó su padre y liderar la dinastía Díaz.
En diálogo con EL PILÓN,aliado de Pulzo, Santos no recula y, por el contrario, asume la responsabilidad que lleva sobre sus hombros de dejar en alto el nombre de su padre, pero también el de Martín Elías, su hijo, como él mismo lo llamó siempre.
“Dios me ha dado mucha fortaleza para seguir adelante, tal vez soy el elegido para continuar liderando esta bella dinastía puesto que tengo la esencia por la cual hemos crecido, ustedes me han conocido, siempre he sido agradable, amable, cariñoso y respetuoso. Yo estoy preparado desde hace muchos años para seguir representando mi dinastía y todos los días tener vigente nuestro legado”, dijo el cantautor de 43 años.
Para recoger las banderas del Diomedismo y el Martinismo, Santos trabajó durante 12 meses en su nuevo álbum ‘Sigo siendo Rafael Santos’ al lado del acordeonero Jimmy Zambrano, el talentoso digitador que acompañó durante más de dos décadas a Jorge Celedón.
Un trabajo al que Santos denomina “vallenato cien por ciento” compuesto por 12 canciones inéditas en el cual combina el talento de juglares de la composición como Marciano Martínez y Chiche Maestre con nuevas generaciones como Sergio Luis Rodríguez Isaac Calvo y Milciades Cantillo.
Este nuevo disco también dejó ver la faceta de Rafael Santos como compositor al grabar tres temas de su autoría, uno de ellos dedicado a su hermano Martín Elías.
Fuente: Pulzo