Silvestre Francisco Dangond Corrales, es el descendiente de una familia llena de música y alegría. Su papá William, conocido como ‘El Palomo’, fue quien abrió su espíritu de cantante. Actualmente, su padre extraña las locura que hacía su hijo en los inicios de su carrera.
‘El Palomo’, patriarca de los Dangond.
Cuando Silvestre nació su progenitor ya había grabado un disco con Andrés ‘El Turco’ Gil. Finalmente ‘El Palomo’ no logró un reconocimiento interesante en el vallenato, aunque los conocedores dicen que era un gran artista, pero él dice que fue Rodrigo, su hermano, quien lo sacó de la música porque no quería que fuera cantante.
«Silvestre desde que nació mostró algo bueno. Yo veía que le gustaba la música, desde niño se lo metí en la cabeza, hasta le pegaba cuando estábamos en las parrandas para que cantara y a él le daba miedo», dice William Dangond.
Con el apodo de El Palomo’ es reconocido por su alegría y espontaneidad en el escenario, cualidades que heredó Silvestre y que demuestra con sus dotes de bailarín en cada uno de sus conciertos.
«Su padre fue cantante y él me veía cantar, de mí sacó la coquetería, el baile, pero musicalmente el talento es de los Corrales», reconoce.
A los 10 años le compró una guitarra al pequeño Silvestre que en la actualidad es uno de los más grandes artistas de la música vallenata.
«Me siento muy contento por el trabajo hecho por Silvestre, él refleja ese don de talento que Dios le dio, eso nunca se acabará porque ahora que entró en los caminos de Dios será mejor. La riqueza de uno es espiritual», agrega.
Silvestre incursionó en las grabaciones a la edad de 15 años, según papá, lo llevó a grabar con el corista Julio Murillo, «iban a sacar un CD con la primera idea de ‘Los Niños del Vallenato’ y de ahí salió el cantante Carlos Mario Zabaleta».
La historia de Silvestre está basada en una vida llena de triunfos, éxitos musicales, acordeoneros como Román López, Juan Mario de la Espriella, Rolando Ochoa y ahora Lucas Dangond. Aunque no se pueden borrar algunos hechos polémicos que han quedado en el pasado por el cambio del artista en el último año, cuando se fue a vivir a Miami y se alejó del licor.
‘El Palomo’ confesó a Nuestro Folclor que extraña al Silvestre de los inicios. «Me hace falta el Silvestre loco, me da guayabo cuando veo esos vídeos de antes, pero te confieso que me gusta el de ahora porque hay madurez, juicio y pienso que así va a dar cosas mejores».
La tarea para el líder de una revolución musical denominada ‘silvestrismo’ es que además de cantar, transmita conocimientos, respete las raíces de la música vallenata, haga una verdadera promoción, difusión, comercialización y nutra a toda una generación con las bases hecha por talentos como su padre y otros precursores del folclor.
Silvestre es uno de los llamados a preservar la música vallenata, aunque su estilo está tomando un rumbo hacia lo internacional, como fue el caso de Carlos Vives en su momento y hoy es considerado un artista representativo el vallenato a nivel mundial.
Al declararse el vallenato como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, los amantes de este folclor le hacen el llamado a artistas como Silvestre para que recuerde el mensaje verdadero mensaje de la Unesco, que es un llamado de emergencia por salvar las raíces de la música que hoy se identifica, indiscutiblemente, como la más fuerte y más sonada en el país.
Silvestre es uno de los llamados a preservar la música vallenata, aunque su estilo está tomando un rumbo hacia lo internacional, como fue el caso de Carlos Vives en su momento.
Silvestre Dangond tiene una vida llena de triunfos musicales con acordeoneros como Román López, Juan Mario de la Espriella, Rolando Ochoa y ahora con Lucas Dangond.
Carlos Mario Jiménez
Revista Nuestro Folclor de El Pilón