Poncho Zuleta autor intelectual del robo a la casa de Chichi Quintero.
Recientemente regresó el doctor Julio César Vargas de un diplomado laringológico en la ciudad selvática de Tabatinga en el corazón de la Amazonia brasilera.
Allí los asistentes recibieron además de un diploma, una botella del elixir de la felicidad, así llamado por los tabatinganos y que se trata de un tónico no comercial que el brujo Nacismento, muy famoso en esos lados, prepara a base de hormonas de maco Amazónico, chivato del Paraná, pato del Iguazú y raspadura de la cabalonga negra, una piedrecita que solo se haya en los ovarios de la anaconda gigante, en fusión todo esto, con bichocarey, chuchuguaza y la flor del Curáre.
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Este elixir tiene como propiedad que tomándose una copita puede uno durante una semana completa disparar pa’ todos lados sin coger puntería, a diferencia del modesto Meromacho, el mayor logro de los artesanos sexuales del Ecuador, que solo alcanza para un solo disparo y esa con la pólvora mojada.
El doctor Vargas, quien por la frescura de su edad, y su vida sana y disciplinada, no necesita de estos trampolines energéticos, le envió la botella del elixir a su amigo Poncho Zuleta, pero cometió la infantilidad de mandársela con el doctor Chichi Quintero, compadrazo de Zuleta, quien informado por Vargas de las bondades del producto, ni corto ni perezoso se quedó con él y le compró a Poncho un frasco del Meromacho que fácilmente se consigue aquí donde los yerbateros de la galería y celosamente guardó el propio en la caja fuerte que tiene en su casa del barrio cañaguate.
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Enterado Zuleta de la triquiñuela, consiguió un par de raterillos de esos de patio, pero eso sí, muy habilidosos, que sin problema ingresaron a la casa del Chichi logrando abrir la caja fuerte, pero se engalluzaron con una colección de relojes Rolex, «made in china» y una platica en menudo que allí no falta, sin percatarse que en el doble fondo de la caja estaba la botella de la felicidad.
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El run run se filtró en Novalito y comentan que en estos momentos Joseito Maestre, Toño Maya, Hilario Añez, El Muñe Monsalvo, Nando Noches y Ricardo Gutiérrez se afanan tramitando la visa para viajar a Tabatinga, pero ignorando estos «inquietos» caballeros que el brujo Nacismento acaba de fallecer y con él, la maravillosa formula se perdió.
Sin opción para conseguir otra botella, el Chichi la esta dosificando con un gotero y el compadrazgo con Zuleta está vuelto flecos, pues mil negocios han tenido y jamás ni un si ni un no, sin importar un cheque devuelto, un ganado mal pesao o hasta el usufructo de alguna pollera, pero cuando está de por medio la felicidad que da el elixir único de Tabatinga, ahí si no hay arreglo posible.
Por lo pronto el Chichi mandó a poner un Cai en el patio de la casa con minas quiebrapata y todo, pues conoce muy bien el almendrón que es su compadre Poncho.
Redacción: Julio C. Oñate M.
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