Por primera vez en su vida, Patricia Isabel Acosta Solano cuenta detalles del nacimiento de su hijo menor Martín Elías Díaz Acosta, quien vino al mundo el lunes festivo 18 de junio de 1990 a las ocho de la mañana, en la Clínica Valledupar de la capital del Cesar.
No lo piensa mucho, y empieza a recorrer esos caminos que la transportan a 27 años atrás. «Me había ido para mi tierra, La Junta, a celebrar los 50 años de casados de mis padres, Pedro Ángel Acosta Hinojosa y Alicia Andrea Solano Sierra. Aquello fue todo un acontecimiento, pero, como a las cinco de la mañana sentí fuertes dolores y me trajeron para Valledupar en un Toyota color blanco que manejaba Bolívar Urrutia, el chofer de nosotros».
Sigue contando sin descanso. «Al poco tiempo de estar en la clínica, ocho de la mañana, pude dar a luz al niño. Fue un parto normal, estuve acompañada por mi hermana Nubia Acosta, porque Diomedes se había ido a cumplir un compromiso musical a Fundación, Magdalena».
Mueve sus brazos, y sus manos tratan de evocar la acción de estar cargando en ese momento a su criatura. Sí, en ese trono tan grande que Dios concede a los hombres cuando nacen. «Ese momento fue bello, cuando me dijeron que mi criatura estaba bien y era madre por cuarta vez. Y más, cuando lo pude tener en mis brazos y oírlo llorar». En ese momento, se le escapa una sonrisa a la mujer que inspiró ‘Tres canciones’.
HIJO CALLADO Y RISUEÑO
Cuenta Patricia Acosta que al llegar Diomedes Díaz de su gira musical celebró en grande, y en ese mismo instante manifestó que su nombre sería ‘El gran Martín Elías’, en homenaje a su tío y padre musical Martín Elías Maestre Hinojosa, hermano de su mamá.
Patricia, sigue hilvanando los recuerdos de su querido hijo menor, y entonces toma la puntada de sus primeros años. «Martín siempre fue callado, risueño, noble, juguetón. Había que pagarle para que hablara. En nuestra familia todos teníamos que ver con él por su manera de ser y por amarnos mucho. Su papá era su gran adoración y sus padrinos Gustavo Gutiérrez Maestre y Betsy Leonor Acosta Solano, mi hermana sus consentidos».
Siguió paseándose por las añoranzas, llevando de la mano cientos de nostalgias, y sin parar contó que Martín «siempre fue el mismo. Me regaló muchas cosas materiales, pero me quedo con su inmenso amor, con su ternura, con su amabilidad, y con esos besos y abrazos que nunca faltaron. Mis hijos han sido la felicidad más grande, y el mejor regalo que me dejó Diomedes. Me hace mucha falta mi ‘Titi’, como le decía a Martín Elías».
El diálogo es interrumpido por unas lágrimas que le hicieron compañía a su rostro, mientras que la tristeza se hizo presente en su corazón.
La mujer que inspiró varios de los éxitos de ‘El Cacique de La Junta’ agradeció a todos por querer tanto a ‘El gran Martín Elías’, quien se ganó su propio espacio en el folclor vallenato, y solamente la muerte atajó su ascendente carrera musical.
Por estos días, Patricia Acosta llora con más frecuencia al escuchar las nuevas canciones de su hijo, temas que le sacuden el alma, porque esa voz solamente estará ahí en esos sonoros minutos, y no cuando le decía: «Mami, mami, te amo».
LAS RESPUESTAS DE MARTÍN ELÍAS
La amabilidad fue una de las virtudes que identificaron a Martín Elías Díaz Acosta, y más cuando se trataba de indagarle sobre su vida y otros aspectos de su carrera artística. En muchas ocasiones entregó sus conceptos, que fueron quedando como testimonio del amor a su familia y al folclor que llevaba en las venas.
La más celebre entrevista tuvo lugar el 23 de diciembre de 2013 en horas de la tarde en la plaza ‘Alfonso López’, precisamente cuando el cuerpo de su padre Diomedes Díaz Maestre era velado en cámara ardiente sobre la tarima ‘Francisco El Hombre’.
Accedió a contestar varias preguntas, donde demostró su tristeza y el inmenso dolor por la partida de ‘El Cacique de La Junta’.
1.- «Nunca se espera la muerte de un ser querido, más cuando mi papá estaba feliz de haber sacado una producción musical excelente. La última vez que hablamos, nos había invitado a Rafael Santos y a mí para que lo acompañáramos en la promoción en los medios de comunicación».
2.- «A mí padre lo llevaré en el corazón y en el alma toda la vida. Fue un padre cariñoso, sensible, noble, y como compositor y cantante sus obras hablan por si solas».
3.- «La música de mi papá es lo más grande que nos dejó, y es un legado que debemos continuar para que se mantenga vigente. Le aseguro que la música de Diomedes durará más de mil años. Un artista como él no nace todos los días, así como lo decía en uno de sus versos».
4.- «De las canciones de mi papá me gustaban muchas, pero me quedo con ‘Mi primera cana’, donde hace una narración precisa de su vida, exalta a mi mamá y a sus hijos».
Por ejemplo, me diste una mujer
que ha sido, como la madre mía,
de Luis Ángel, de Santo Rafael
de Diomedes, y el gran Martín Elías.
5.- «Mi papá fue un hombre agradecido, quedaron para la historia varias canciones que le dedicó a su fiel fanaticada que nunca lo abandonó, y ahora menos. Recuerdo ‘Para mi fanaticada’ y ‘Muchas gracias’. Diomedes fue muy agradecido con su público».
6.- «La partida de mi papá nos ha dado muy duro, prometo sacar adelante su legado y que en cada presentación mía su nombre y sus canciones estén presentes».
Precisamente, el domingo dos de febrero de 2014, en una actuación de Martín Elías en el corregimiento de Potrerillo, municipio de El Paso, Cesar, durante una celebración de la fiesta de la Virgen de La Candelaria, se presentó un hecho que ratifica el inmenso amor que siempre le profesó a su padre querido.
El presentador de la agrupación expresó: «Acaban de escuchar la canción ‘Bonita’, del desaparecido Diomedes Díaz». Martín Elías, al escucharlo, tomó el micrófono y dijo: «Un momento, mi papá no ha desaparecido. Él vive en nuestros corazones». De manera inmediata, recibió un largo aplauso por parte de los asistentes al espectáculo.
LA ENTREVISTA QUE NO SE CUMPLIÓ
Trascurrían las primeras horas de la tarde del pasado jueves seis de abril, cuando el amigo folclorista Gustavo Cabas Borrego hizo el contacto con Martín Elías para acordar una entrevista. Al otro lado de la línea, el artista tuvo palabras de elogios para el cronista y el encuentro se concertó para después de la Semana Santa.
La línea de la vida no le permitió llegar a la cita acordada, sino que partió a la velocidad de la luz dejando una cantidad de preguntas en el tintero y la tristeza por el joven de la tierna sonrisa, el del talento a flor de piel y un carisma inigualable.
¿Cómo se siente Martín Elías al seguir los pasos de Diomedes Díaz?
La pregunta no pudo contestarla, porque un viernes 14 de abril corrió en busca del hombre que siempre creyó en él y lo bautizó como ‘El gran Martín Elías’. Un hijo a quien ‘El Cacique’ adoró al entregarle las llaves de su corazón y las escrituras de su alma para que se defendiera como cantante de vallenatos.
Al momento de su partida final, Martín Elías estaba triunfando ‘Sin limites’, con la esperanza puesta en esas canciones vallenatas que hablan de historias pegadas al sentimiento, e interpretadas con su bendito corazón, donde muchas veces habitaron alegrías, tristezas y el inmenso amor de sus Martinistas.
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