El hombre que partió la historia del vallenato, El Jilguero, en dos al darle total relevancia a la figura del cantante y hacerlo protagonista en un conjunto vallenato, Jorge Oñate, falleció un día como hoy.
El calendario y sus afanes dan cuenta que se conmemoran dos años sin la presencia física del Jilguero de América, y aunque su canto parece ser infinito y se ha extendido a varias generaciones, las personas más cercanas a este pilar de la música vallenata, familiares, amigos y sus músicos, son quienes más lo extrañan.
José Jorge Oñate Canales, de 50 años, el mayor de los ocho hijos que tuvo el artista, contó a EL HERALDO que se siente un vacío grande en su familia y en el folclor vallenato.
“Nuestra música se quedó sin uno de sus pilares. Para finales de año siempre sorprendía con una canción que se extendía hasta la temporada carnavalera y la gente extraña eso. En lo personal, durante la pandemia me acerqué mucho a él, iba a su casa y almorzábamos juntos, comenzó a guiarme a nivel musical, me dio trucos para lograr las tonalidades y por eso su muerte me dolió mucho más porque nos habíamos acercado mucho”.
Sobre los consejos que el artista le entregó, ponderó la disciplina y el respeto.
Oñate Canales se refirió a uno de los anuncios que hicieron tras el fallecimiento de su padre y que comprometía a sus tres hijos cantantes (José Jorge, Jorge Luis y Jorge Antonio), quienes anunciaron que unirían sus voces para mantener su legado. Sin embargo, esto no ha sido posible porque reconoce que “nos ha faltado unión”, explicó que cada uno ha trabajado de manera independiente.
“No se ha hecho nada, pienso que nos ha faltado unión, yo se los propuse, pero cada quien está en sus proyectos y bueno yo he seguido en lo mío, se me han abierto muchas puertas, estoy trabajando con El Coco Zuleta y ha gustado mi propuesta”.
Fuente:El Heraldo