Por: @juliopernett #PortalVallenato
Se trata de Yennifer Quintero, una talentosa acordeonista radicada en Cali, quien hoy es intérprete de esta bello instrumento gracias a un reto propuesto por su tío.
En sus inicios, Yennifer tocaba la guitarra y cantaba, pero pronto descubrió que ser acordeonista era la forma perfecta de contar su historia a través de las notas de su amado acordeón. Con gran respeto por su instrumento, busca tocar los corazones de quienes tienen el privilegio de deleitarse con sus notas y se esfuerza por marcar la diferencia en el género vallenato.
Uno de sus mayores referentes es “el Fuete” Juancho Ríos, a quien admira profundamente. Yennifer ha enfrentado una lucha constante en su carrera, ya que ha desafiado los estereotipos al combinar su habilidad para tocar y bailar con vestuarios sensuales. A pesar de las críticas y uno que otro comentario negativo, ella sigue siendo fiel a sí misma y cree en su capacidad para generar un impacto positivo a través de su trabajo.
En la actualidad, Yennifer Quintero trabaja con una de las mejores orquestas de la ciudad de Cali, (Whisgo) y también colabora con Dora Rueda como parte del proyecto «Yo me llamo Patricia Teherán».
Yennifer ha ampliado sus horizontes musicales y ha realizado colaboraciones en diversos géneros, como música popular, cumbias y reguetón, junto a artistas de renombre nacional e internacional. Su presencia en el escenario es una mezcla contagiosa de talento y baile, lo cual ha llevado a que su estilo sea imitado por personas en diferentes lugares, convirtiéndola en un referente reconocido.
A lo largo de su carrera, Yennifer ha tenido la oportunidad de llevar su música a diferentes países; como Estados Unidos, Chile, México, Ecuador, Canadá, entre otros. Cada vez que sube al escenario, agradece a Dios por ese momento y por todas las personas que la acompañan. Siente una gran alegría y felicidad al compartir con un público maravilloso, y su baile se convierte en una expresión natural que brota de su ser.
Yennifer Quintero desea transmitir un mensaje de perseverancia y determinación. Nunca rendirse y ser perseverantes a pesar de las dificultades son las claves para alcanzar los sueños. Con disciplina y entrega total, todos podemos lograr aquello que anhelamos