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Mi pobre vallenato – Crónicas vallenatas

Mi pobre vallenato – Crónicas vallenatas.

Hace un par de años se viene escuchando que la música vallenata se encuentra en una crisis profunda, lo cual era algo que no compartía porque pensaba que había nuevos y buenos talentos que hacían su aporte de buena manera. Hoy tengo que decir con dolor profundo que nuestra música vallenata si se encuentra en una crisis, pero ¿Por qué afirmamos esto?

Hay ciertos factores que influyen para convalidar, la internacionalización. Los cantantes de hoy en día en su afán de cruzar las fronteras nacionales se han vuelto incapaces de llevar nuestra música en sus conceptos originales, y la única vía que ven para sonar en otras latitudes, es fusionando el vallenato con otros géneros como el reggaetón o el pop, algo que de una u otra forma desnaturaliza nuestro folclor.

También es sabido que hoy en día nuestros valores vallenatos tienen como único incentivo el factor económico (ellos mismos lo dicen) y saben que si su música suena en otras partes, enseguida se derivan una serie de presentaciones y un flujo de dinero importante que sobrepasa lo ganado en el ámbito nacional, o es que la salsa, el merengue y la ranchera para ser reconocidas a nivel mundial ¿tuvieron que hacer fusiones con otros ritmos?

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Nosotros los consumidores no les pedimos que hagan música como hace 50 años porque sabemos que es algo imposible, pero si es posible tener un equilibrio a la hora de realizar sus producciones.



Estas nuevas figuras no toman conciencia de que todas estas nuevas propuestas musicales contribuyen de aquí a unos años a la desaparición de los diferentes festivales vallenatos, los cuales se esfuerzan en rescatar esas canciones compuestas con sentido y con toda la armonía vallenata, las cuales quedan inéditas porque según ellos no son comerciales.

El vallenato es el género musical que cada fin de semana se jacta de tener los músicos que más cobran y los que tienen más shows musicales en toda Colombia, pero sus intérpretes no se dan cuenta que con todo lo que hacen contribuyen a la extinción o mutación del único genero autóctono y el cual nos representa en el mundo, acabando con una expresión cultural, con unas costumbres, con unas raíces y con el tesoro más preciado que tiene nuestro territorio caribe.

Y por si fuera poco, los cantantes están rodeados de un grupo de seguidores o de un comité de aplausos, en donde van incluidos fanáticos, locutores y algunos que se hacen llamar «folcloristas«, a lo que yo he llamado adaptándola a la circunstancias, como la MERMELADA del vallenato. Son este tipo de personas que se hacen llamar amigos de los artistas, pero más que eso, son un grupo de alcahuetas que le festejan todo lo bueno y lo malo que hace su cantante, tal vez por temor a dejar de ser nombrados en sus discos, por temor a dejar de recibir dinero por parte de estos o simplemente por no estar más en la rosca del folclor, que daño le hacen a la música. Hay que reconocer que hay algunos cantantes muy buenos, pero otros que no valen la pena ser escuchados. pobre vallenato.

Para finalizar, quería hacer unas cuantas reflexiones. ¿Por qué les da miedo grabar buen vallenato? ¿Por qué todas las personas prefieren escuchar las canciones de antes y no las de ahora? ¿Ya no se sabe si es una música para bailar o para brincar? Pobre mi vallenato, se aprovecharon de él y le sacaron el jugo hasta mas no poder y cuando les llego el reconocimiento simplemente lo olvidaron como si fuera un trapo sucio, solo con el pretexto de que hay que evolucionar, si tanto quieren incursionar en otro género, pues háganlo, están en todo su derecho, pero háganlo sin utilizar nuestra música solo para sacarle dividendos.

Redacción: Andres Ricardo Monsalve Daza 

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