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Estos son algunos de los lugares que quedaron inmortalizados gracias al vallenato

Estos son algunos de los lugares que quedaron inmortalizados gracias al vallenato

¿De dónde proviene la magia del vallenato? Inspirados en una historia de amor, mujeres que con su belleza enamoraron a juglares que con sus cantos le hicieron reminiscencia. Ellas no fueron las únicas musas de aquellas míticas melodías. Rafael Escalona, Leandro Díaz, Alejo Durán y otros gigantes del folclor encontraron en lugares de Valledupar y sus alrededores la magia para entonar acordeones, expresar la melodía y componer una canción para la historia. Rodrigo Contreras, único Testigo Del Accidente De El Gran Martín Elías.

Río Badillo

«El río Badillo fue testigo de que te quise,

En sus arenas quedó el reflejo del gran amor,

De una pareja que allí vivió momentos felices,

Y ante sus aguas juró quererse con gran pasión»

Octavio Daza contó su historia de amor y desde entonces inmortalizó las heladas aguas del río del corregimiento de Badillo. Allá mismo donde un ratero honrado, según Escalona, se robó una «reliquia del pueblo tipo colonial; una custodia linda bien grande y pesada» y que no se supo quien fue el ratero, pero que seguro las mariposas que pasan de lado a lado del río como en otra canción de Rafael, saben quienes fueron. Quien era Rodrigo Castillo, el padre del hijo de Patricia Teherán.

Badillo, es un corregimiento que queda a 40 minutos de Valledupar ubicado en el piedemonte de la sierra nevada.

Puente Salguero

«Y si el río se lleva el puente,

Busco otro modo de verte,

Porque pal’ cariño mío,

Nada importa un río crecío»

Toda gran ciudad tiene un puente famoso y Valledupar lo tiene. El Puente Salguero, aquel que por debajo corre la creciente del río César, es el que une a Valledupar con el municipio de La Paz. El río jamás se llevó al puente pero si lo hizo el desarrollo de la ciudad. El nuevo puente, también bautizado Salguero, es más moderno y con doble calzada pero no tiene la mítica del anterior, que espera pacientemente su salvación, o su traslado histórico a Badillo, como se rumora. Conoce a la mujer más linda que tuvo el Cacique Diomedes Díaz.

Patillal

«Me gusta Patillal,

Porque allá me quieren bastante,

Y cada vez que voy,

Yo me vengo muy agradecido»

Patillal, lugar de mujeres bellas, amores, amabilidad, amigos, pero ante todo de vallenato. El pueblo de Freddy Molina y que alentó a Armando Zabaleta a no volver nunca más tras la muerte de este, también vio nacer a Rafael Escalona, Octavio Daza, José Alfonso ‘Chiche’ Maestre, Gonzalo ‘El Cocha’ Molina, y otros personajes ilustres del vallenato. Pese a ser un pueblo chiquito cercano al ‘Valle’, su grandeza musical es inmensa, o si no que lo diga ‘Juana Arias’, la patillalera que inspiró la canción de ‘Rafa’.

La vela de Marquesote

«Yo no he visto en verano,

La vela e’ Marquesote,

Pero si me entregaron amor,

Después de mil reproches»

Maravillas naturales también se asoman por los alrededores de Valledupar. Por ejemplo, la ‘vela de Marquesote’ se asoma como un torrente de agua que baja desde la serranía del Perijá, a la tierra en la zona de Maguiyal, con forma de vela de barco, como indicando la asunción al cielo. Claro está, solo aparece en tiempos de invierno, mientras que en el verano se esconde.

Es una caída de agua que es angosta arriba y más ancha abajo, formando la forma de la vela de un velero o barco, la cual es imposible de ver en verano por la escases de agua por eso el compositor Rafael Manjarrez lo compara con el amor que le niegan con mil reproches dos cosas imposibles en la cual milagrosamente al final gana el amor. La historia detrás de la entrevista mas famosa del Cacique Diomedes Díaz.

La Tomita

«Dicen que allá arriba, cerca a Manaure,

En un paraje que le llaman La Tomita,

Se escuchan cuentos, se escuchan cantos,

Una parranda con guitarras y mucha risa»

De Valledupar pa’ Manaure (César), hay un lugar sin mucha gracia pero en el que las ánimas, viejos juglares vallenatos, se reúnen a parrandear. Si se quiere enfiestar con ellos es imposible, pero a lo lejos los grandes del folclor se reúnen a cantar y hacer piquería en esa pequeña Tomita. ¿Con ese flacuchento es que vamos a tumbar a Oñate y a los Zuleta?.

Julio Pernett – portal vallenato



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